Ernest Urtasun, ministro de Cultura, ha instado a la Comisión Europea a revisar el Código de Buenas Prácticas de la Inteligencia Artificial para proteger los derechos de autor de creadores. En una carta enviada a altos funcionarios europeos, Urtasun critica que el borrador actual no cumple con la legislación de propiedad intelectual y permite que las obligaciones para los proveedores de IA sean solo "esfuerzos razonables", lo que podría socavar la ley. Este llamado se produce en un contexto donde el sector cultural muestra gran preocupación por la falta de transparencia en el uso de fuentes para entrenar sistemas de IA. La revisión del Código es considerada urgente por diversos sectores económicos y culturales, y será un tema central en la próxima Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales de la UNESCO en 2025.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha instado a la Comisión Europea a llevar a cabo una revisión del borrador del Código de Buenas Prácticas de la Inteligencia Artificial (IA) de Propósito General. Esta solicitud tiene como objetivo salvaguardar los derechos de autor de los creadores y creadoras, en un documento que ha estado en desarrollo durante los últimos meses. Urtasun ha hecho llegar su petición mediante una carta dirigida a la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión para la Soberanía Tecnológica, la Seguridad y la Democracia, Henna Virkkunen, y al Comisario de Equidad Intergeneracional, Juventud, Cultura y Deportes, Glenn Micallef.
En su misiva, el ministro señala que el contenido del borrador no se ajusta a la legislación europea sobre propiedad intelectual ni respeta los principios establecidos en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. En particular, menciona el Artículo 17, que garantiza el derecho a la propiedad intelectual.
Urtasun expresa su preocupación por las implicaciones del tercer borrador del Código, afirmando que las obligaciones impuestas a los proveedores de sistemas de IA se limitan a meros “esfuerzos razonables”. Esto podría traducirse en un cumplimiento voluntario que debilitaría el respeto por las leyes de propiedad intelectual.
La Unión Europea aprobó el pasado 1 de agosto una ley pionera sobre Inteligencia Artificial. Actualmente se está elaborando este Código de Buenas Prácticas, cuyo tercer borrador ha suscitado un fuerte rechazo dentro del sector cultural. Las críticas se centran en la falta de garantías respecto a la transparencia exigida a los proveedores de IA sobre las fuentes utilizadas para entrenar y desarrollar estos sistemas.
Una coalición compuesta por artistas, autores y titulares de derechos del ámbito cultural en toda Europa emitió un comunicado conjunto en marzo expresando su inquietud por este código. Señalan que puede socavar los objetivos establecidos por la Ley de Inteligencia Artificial, generar incertidumbre jurídica y diluir las responsabilidades legales de los proveedores ante las normativas europeas. El ministro Urtasun se alinea con estas preocupaciones, manifestando en su carta: “No podemos más que unirnos a las muchas voces de los sectores económicos, culturales y creativos que están pidiendo una revisión urgente del Código”.
En las últimas semanas, Urtasun ha mantenido reuniones con representantes del sector cultural español para discutir los desafíos planteados por la IA generativa y explorar posibles medidas para proteger a creadores y creadoras. Este tema será uno de los ejes centrales en Mondiacult 2025, la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, cuyas discusiones ya han comenzado con miras al evento programado para septiembre en Barcelona.
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha solicitado a la Comisión Europea que revise el borrador del Código de Buenas Prácticas de la Inteligencia Artificial.
Urtasun argumenta que el documento no se alinea con la legislación europea de propiedad intelectual ni con los principios de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, especialmente en lo que respecta al derecho a la propiedad intelectual.
Los sectores culturales han manifestado su preocupación por la escasa garantía en la exigencia de transparencia a los proveedores de IA respecto a las fuentes utilizadas para entrenar y desarrollar estos sistemas. También temen que el código socave los objetivos de la Ley de Inteligencia Artificial y diluya las obligaciones legales para los proveedores.
El ministro ha estado reuniéndose con representantes del sector cultural español para abordar los retos que plantea la IA generativa y evaluar posibles medidas para proteger a creadores y creadoras.
La Inteligencia Artificial será uno de los temas centrales en Mondiacult 2025, una Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible organizada por UNESCO, que se celebrará en Barcelona en septiembre próximo.