La crisis humanitaria en Gaza se agrava, con miles de desplazados luchando diariamente por alimentos. En comedores comunitarios, la sopa de lentejas se ha convertido en la única opción para muchos, mientras los niños sufren desnutrición alarmante. Testimonios de ancianos y padres destacan el sufrimiento y la desesperación ante la falta de ayuda, agua y comida. La ONU advierte sobre el riesgo inminente de hambruna en la región, instando a una respuesta humanitaria urgente. La situación es crítica, con un llamado a la comunidad internacional para que actúe y alivie esta tragedia humanitaria.
En las áreas occidentales de la ciudad de Gaza, se desata una tragedia humanitaria sin precedentes. Los desplazados, que se agolpan en estrechas tiendas de campaña, enfrentan una lucha diaria por alimentarse. Multitudes de hombres, mujeres y niños forman largas filas bajo un sol inclemente, esperando recibir un poco de sopa de lentejas en los escasos comedores comunitarios disponibles.
Los trabajadores de estos comedores se esfuerzan por preparar la escasa sopa, mientras cuencos y platos vacíos esperan tras una valla de hierro, anhelando ser llenados con lo que muchos no alcanzarán a probar.
Ziad Al-Ghariz, un anciano desplazado, logró hacerse con un tazón de sopa después de días sin comer pan. Sentado en el suelo, bebía lentamente su ración. “No tengo dinero para comprar harina; solo intento conseguir lo que reparten. La gente de Gaza tiene hambre”, afirmó.
Mohammed Nayfeh relata su experiencia: “He estado aquí durante cuatro horas esperando comida para mi familia. Nos morimos, necesitamos apoyo y alimentos. ¿Dónde está el mundo? Solo comemos lentejas; no hay harina ni agua”.
Um Muhammad, quien se ha visto obligada a abandonar su hogar en Shuja’iyya, describe la desesperante situación: “No hay agua ni comida. Venimos aquí por necesidad y regresamos sin nada. O salimos quemados por el sol o pisoteados por la multitud”.
Hussam al-Qamari también expresa su frustración: “Estamos muriendo de hambre. Ya es inaceptable lo que estamos viviendo. Un anciano como yo lleva todo el día buscando algo para sus hijos y aún no han comido”.
Según datos recientes de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), uno de cada cinco niños en Gaza padece desnutrición, y esta cifra continúa aumentando.
La imagen desgarradora de una niña sosteniendo un cuenco vacío mientras espera su ración resume la tragedia que enfrenta la población infantil en esta crisis.
Bassam Abu Odeh, otro desplazado, hace un llamado urgente: “Pedimos ayuda a todos los que aman la paz hasta que termine esta hambruna impuesta por la ocupación. Lo poco que entra no cubre nuestras necesidades”.
Um Rami, quien también fue desplazada del barrio de Zeitoun, clama por compasión hacia los habitantes de Gaza: “Vine aquí buscando comida para mis hijos. Antes éramos respetados en nuestros hogares; ahora hacemos cola por alimentos y agua. La vida de los niños gira en torno a estas colas. Solo tenemos a Dios”.
La Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria advierte sobre el grave riesgo de hambruna en Gaza, con indicadores nutricionales alcanzando niveles alarmantes desde el inicio del conflicto actual.
Dicha alerta señala que ya se han superado dos umbrales críticos en algunas áreas y tanto el Programa Mundial de Alimentos (PMA) como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierten sobre la urgencia de una respuesta humanitaria integral.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reportó que tras las pausas tácticas anunciadas por Israel, continúan los asesinatos entre quienes buscan asistencia y mueren por hambre.
A pesar del esfuerzo humanitario durante estas pausas, las condiciones siguen siendo insuficientes para proporcionar ayuda adecuada a quienes más lo necesitan.
La noticia describe una grave crisis alimentaria en Gaza, donde muchas personas, incluidos niños, enfrentan desnutrición y luchan diariamente por obtener alimentos básicos como sopa de lentejas. La situación se ha vuelto crítica, con un alto número de desplazados que dependen de comedores comunitarios para sobrevivir.
Los habitantes de Gaza han hecho llamados desesperados al mundo, expresando su sufrimiento y la falta de alimentos y agua. Muchos han mencionado que pasan horas en colas sin conseguir comida y que la situación es inaceptable.
Organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF han advertido sobre el riesgo de hambruna en Gaza. El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha confirmado que los palestinos sufren una catástrofe humanitaria y ha enfatizado la necesidad urgente de asistencia humanitaria masiva.
Según datos mencionados en la noticia, uno de cada cinco niños en Gaza sufre desnutrición. La imagen de una niña esperando con un cuenco vacío simboliza el impacto devastador que tiene esta crisis alimentaria sobre los más jóvenes.
Los desplazados han hecho un llamado a las personas libres del mundo para que les ayuden con alimentos y agua, afirmando que lo poco que llega a Gaza no es suficiente para satisfacer sus necesidades básicas.