Un nuevo proyecto europeo, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), desarrollará bioenvases alimentarios utilizando desperdicios de fresas. Este innovador enfoque busca crear plásticos sostenibles y una almohadilla antioxidante que prevenga la producción de etileno, un gas que acelera la descomposición de las frutas. Con una financiación de 4 millones de euros, el proyecto ECOSYSTEM se centra en la economía circular, aprovechando los residuos para generar materias primas como celulosa y lignina. Además, se investigarán métodos de reciclaje y biodegradación para estos nuevos envases. La iniciativa incluye colaboración internacional con diversas entidades de España, Italia, Suiza, Dinamarca y Grecia.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se ha unido a un innovador proyecto europeo que tiene como objetivo la creación de plásticos sostenibles a partir de desperdicios de fresas. Esta iniciativa, que también incluye el desarrollo de una almohadilla con propiedades antioxidantes y antibacterianas, busca mitigar la producción de etileno, un gas responsable de la rápida descomposición de las fresas.
Con un presupuesto total de 4 millones de euros, financiados por las ayudas Pathfinder Challenges, este proyecto se enmarca dentro del esfuerzo por fomentar investigaciones con un alto potencial de impacto. La participación del CSIC se realiza a través del Instituto de Ciencia de Materiales (ICMM) y el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP).
“Nuestra propuesta consiste en desarrollar envases bio-basados utilizando frutas altamente perecederas, como son las fresas”, señala Eva Maya, investigadora del ICMM-CSIC y coordinadora del proyecto. “Los equipos simularán un ecosistema donde cada parte se aprovecha: comenzamos con los desperdicios para crear nuestras materias primas, que luego se transformarán en las moléculas necesarias para los envases”, añade.
Los nuevos empaques no solo estarán destinados a la fruta ya comercializada, sino que también incluirán acolchados para las fresas y plástico mulching utilizado en su cultivo. Además, se planea fabricar envases farmacológicos que sustituirán el aluminio por este nuevo material bio-basado.
Bajo el título ECOSYSTEM, el proyecto abordará también cómo reaprovechar estos bio-envases tras su uso. “Investigaremos sobre su reciclado, biodegradación y sistemas de reutilización”, explica Maya. Se utilizarán tres tecnologías innovadoras: biorrefinería, mecanoquímica y biotecnología blanca.
El ICP será responsable de la biorrefinería, proceso mediante el cual se extraerán materias primas como celulosa, lignina y furfural a partir de los residuos de fresas. “Cerramos así el círculo de la economía circular: utilizaremos todos los residuos del cultivo que contengan biomasa”, detalla Martín Alonso, investigador del CSIC en el ICP.
Una vez obtenidas las materias primas, estas serán enviadas al ICMM donde se generarán moléculas mediante mecanoquímica. “Esta tecnología no requiere calor ni disolventes, lo que reduce significativamente el consumo energético y acelera el proceso”, aclara Maya. A partir de estas moléculas se fabricarán los nuevos envases.
Además, en el ICMM se desarrollará una almohadilla innovadora para los envases de fresas. A diferencia de las actuales que solo absorben humedad, esta nueva almohadilla será antioxidante y antibacteriana, evitando además la producción de etileno durante la maduración.
El ICMM también explorará soluciones para el final del ciclo vital del material. “Planeamos convertir los restos de los envases en catalizadores, sustancias capaces de transformar materiales en otros productos útiles”, anticipa Maya.
Este ambicioso proyecto es liderado por la fundación española Funditec, e involucra a diversas entidades españolas como el CSIC y AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico), así como instituciones internacionales desde Italia hasta Dinamarca y Grecia.
CSIC Comunicación
El proyecto ECOSYSTEM es una iniciativa europea en la que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para crear bioenvases alimentarios a partir de desperdicios de fresas, utilizando tecnologías sostenibles.
El objetivo principal es desarrollar plásticos basados en desperdicios de fresas y una almohadilla antioxidante y antibacteriana que evite la producción de etileno, un gas que acelera la maduración y descomposición de las fresas.
El proyecto cuenta con una financiación total de 4 millones de euros a través de las ayudas Pathfinder Challenges, que apoyan investigaciones con alto potencial de impacto.
Se utilizarán tres tecnologías innovadoras: biorrefinería, mecanoquímica y biotecnología blanca.
A partir de los desperdicios de fresas se obtendrán materias primas como celulosa, lignina y furfural, que serán utilizadas para fabricar los nuevos envases.
Además de los envases para frutas, se fabricarán acolchados para las fresas y envases farmacológicos sustituyendo el aluminio por este nuevo material bio-basado.
El proyecto estudiará estrategias para el reciclado, biodegradación y reutilización de los bioenvases una vez hayan sido utilizados.