La soledad y el aislamiento social son factores determinantes en el inicio y desarrollo de la demencia, según un reciente webinar organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA). La médico geriatra Belén González Glaría destacó que el contacto social puede prevenir o retrasar la aparición de esta enfermedad, comparable en su impacto a otros factores como la hipertensión. Con un 28% de los hogares en España compuestos por una sola persona, la soledad no deseada se ha convertido en una epidemia que afecta especialmente a mujeres mayores de 65 años. La lucha contra este fenómeno debe ser una responsabilidad compartida entre individuos, familias y administraciones públicas, promoviendo políticas que fomenten la interacción social y apoyen a quienes cuidan a personas con demencia.
La soledad y el aislamiento están demostrando tener un impacto significativo en el inicio y desarrollo de la demencia. Esta afirmación se deriva del reciente webinar titulado ‘El impacto del aislamiento social y la soledad en la salud mental y física de las personas mayores con demencia’, organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA).
La sesión fue liderada por la médico geriatra del Hospital Universitario de Navarra, Belén González Glaría, quien es también miembro del grupo de demencias de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Durante su intervención, enfatizó que el contacto social puede ser un factor clave para prevenir o retrasar el desarrollo de demencia, comparable en importancia a otros factores como la hipertensión o la inactividad física.
González Glaría subrayó que combatir la soledad no deseada es una tarea que debe involucrar a todos: individuos, familias, profesionales del ámbito socio-sanitario y administraciones públicas. “La demencia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Los estilos de vida, especialmente el contacto social, pueden modular el riesgo de desarrollarla o retrasar su aparición”, afirmó.
Durante el webinar se presentaron estadísticas alarmantes sobre el aumento de hogares unipersonales en España, que ya representan el 28% del total, lo que equivale a 5,4 millones de personas. La soledad no deseada afecta especialmente a mujeres mayores de 65 años y se ha convertido en una epidemia global, impactando a personas independientemente de su edad, género o nivel socioeconómico.
Este tipo de soledad está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar demencia, depresión y enfermedades cardiovasculares, además de reducir la esperanza de vida. Económicamente, su costo fue estimado en más de 14.000 millones de euros en 2021.
A pesar de esto, estudios recientes sugieren que participar en actividades sociales y mantener relaciones significativas puede prevenir o retrasar el inicio de la demencia. Sin embargo, aún se necesita más investigación para determinar el efecto directo de estas intervenciones sociales.
La doctora González Glaría hizo hincapié en la necesidad de asegurar un acompañamiento continuo durante todo el proceso de la enfermedad tanto para los pacientes como para sus cuidadores. También destacó que la soledad entre los cuidadores es un problema que requiere atención específica.
La experta insistió en que enfrentar la soledad no deseada debe ser una responsabilidad compartida. Se requieren políticas integrales que fomenten el contacto social, financien proyectos comunitarios y sensibilicen sobre cómo afecta la soledad a la salud pública.
Finalmente, González Glaría concluyó que es esencial garantizar el bienestar de las personas con demencia “independientemente de su situación cognitiva o funcional”. Asegurar sus necesidades básicas, incluido no sentirse solas, es un compromiso colectivo.
Este encuentro forma parte del plan operativo 2025 lanzado por CEAFA dentro del proyecto ‘Red de Agentes Activos en la detección precoz del Alzheimer’, cuyo objetivo es promover la sensibilización e información sobre la importancia crucial que tiene detectar tempranamente esta enfermedad. Los interesados pueden acceder a todos los webinars aquí.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 28% | Porcentaje de hogares unipersonales en España. |
| 5,4 millones | Número de personas que viven solas en España. |
| 14.000 millones de euros | Costo estimado del impacto de la soledad en 2021. |
| 4,8 millones | Número de personas que conviven en España con Alzheimer y otras demencias. |
| 60% | Porcentaje de dependencia representado por el Alzheimer en España. |
| 35.000 millones de euros | Costo anual del Alzheimer en España. |
La soledad y el aislamiento tienen un gran impacto en el inicio y desarrollo de demencia, pudiendo modular su evolución al igual que otros factores como la hipertensión e inactividad física.
En el webinar se abordó la importancia del contacto social como un factor que puede prevenir o retrasar el desarrollo de demencia. Se destacó que la lucha contra la soledad no deseada debe ser una responsabilidad compartida entre individuos, familias, profesionales y administraciones públicas.
La soledad no deseada está asociada con un mayor riesgo de desarrollar demencia, depresión, enfermedades cardiovasculares y una menor esperanza de vida. Además, tiene un impacto económico significativo.
Se sugiere fomentar la participación en actividades sociales, mantener relaciones significativas y promover políticas integrales que faciliten el contacto social y financien proyectos comunitarios.
El bienestar del cuidador también es importante; se debe asegurar su acompañamiento durante todo el proceso de la enfermedad, ya que ellos también pueden experimentar soledad.