Nada mejor para representar a Brasil que Gisele Bündchen, Vinicius de Moraes y Tom Jobim. Hace más de medio siglo, en concreto en 1962, los compositores lograron que todo el mundo se moviera al ritmo de bosanova con la Garota de Ipanema.
La noche del viernes esa "garota" puso en pie a los presentes en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Brasil.
La modelo desfiló por la pasarela más larga de su vida, de 120 metros, en la ceremonia inaugural que tuvo lugar en el estadio de Maracaná en Río de Janeiro.
Vestida con un diseño de Alexander Herchcovtich, cuajado de paillettes rosas con escote, cola y que dejaba ver sus infinitas piernas, le sentaba como un guante.
"Esta es sin duda la pasarela más larga por la que he caminado en mi vida y por el momento es la vez en la que más personas me ven. Ha sido un poco estresante", confesó la modelo, que estaba muy orgullosa de participar en este momento histórico".
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