Un estudio internacional liderado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) revela que la lactancia materna exclusiva durante el primer mes de vida protege a los bebés contra la resistencia a los antibióticos al influir positivamente en su microbiota intestinal. La investigación, publicada en Nature Communications, muestra que la presencia de bifidobacterias, favorecida por la lactancia, está asociada con una menor carga de genes de resistencia a antibióticos. Además, este efecto protector es especialmente relevante para los bebés nacidos por cesárea, quienes presentan un menor riesgo de adquirir bacterias resistentes si son alimentados exclusivamente con leche materna. Los hallazgos destacan la importancia de fomentar la lactancia materna no solo para la salud inmediata del bebé, sino también para prevenir problemas futuros relacionados con la resistencia antimicrobiana.