Las mujeres en Afganistán enfrentan la crisis de derechos más grave del mundo, cuatro años después del regreso de los talibanes al poder. Las restricciones han eliminado sus derechos fundamentales, prohibiendo a las niñas asistir a la escuela a partir de los trece años y limitando su participación en el trabajo y la vida política. La situación se agrava con un aumento en la mortalidad materna y matrimonios infantiles. Más de dos millones de afganos han regresado al país este año, exacerbando la crisis humanitaria. ONU Mujeres y UNICEF advierten sobre la necesidad urgente de apoyo internacional para garantizar los derechos y el bienestar de las mujeres y niñas afganas.
La mortalidad materna ha disminuido un 40% en los últimos 20 años, según un informe de la ONU. Sin embargo, este avance está amenazado por recortes en la ayuda humanitaria que obligan a los países a reducir servicios esenciales para la salud materna. El informe destaca la urgencia de prevenir muertes durante el embarazo y el parto, especialmente en contextos humanitarios donde las tasas son alarmantemente altas.
El informe Tendencias de la mortalidad materna revela retrocesos alarmantes para la salud de las mujeres en los últimos años, ya que el número de muertes maternas aumentaron o se estancaron en casi todas las regiones del mundo.
La mortalidad materna es un indicador clave de la salud de las mujeres y una medida de los esfuerzos de un sistema sanitario para promover la salud sexual y reproductiva. En Europa, los avances se han ralentizado o detenido.
El mundo ha logrado avances sustanciales en cuatro de las cinco causas principales de mortalidad materna. Pero el aborto no seguro, la única causa casi totalmente prevenible, se ha olvidado en gran parte.