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Desarrollan apósitos solares para combatir infecciones bacterianas

sábado 21 de junio de 2025, 00:52h

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Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) han desarrollado un innovador apósito que se activa con la luz solar para combatir infecciones bacterianas. Este material, creado a partir de compuestos metal-orgánicos y celulosa, actúa como una tirita que reduce el crecimiento bacteriano sin necesidad de antibióticos. Publicado en la revista ACS Applied Materials & Interfaces, el estudio destaca el potencial de estos materiales fotosensibles en la terapia antimicrobiana fotocatalítica. Las pruebas han demostrado una reducción superior al 50% en el crecimiento de Staphylococcus aureus bajo luz visible, lo que sugiere una nueva estrategia prometedora contra la resistencia bacteriana.

Innovación en la lucha contra infecciones bacterianas

El Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM), perteneciente al CSIC, ha dado un paso significativo en el ámbito de la salud al desarrollar un nuevo tipo de material. Este innovador compuesto, resultado de la combinación de compuestos metal-orgánicos con celulosa, se activa mediante la luz solar y se utiliza como un apósito para heridas, con el objetivo de frenar el crecimiento bacteriano.

La investigación, publicada en la revista ACS Applied Materials & Interfaces, resalta el potencial de los materiales fotosensibles como una solución para los problemas relacionados con la resistencia a los antibióticos. Según Margarita Darder, investigadora principal del ICMM-CSIC, “los materiales fotosensibles son una solución prometedora para abordar el problema de la resistencia bacteriana mediante la terapia antimicrobiana fotocatalítica”.

Características del nuevo material

Darder explica que estos materiales fotocatalíticos reaccionan a la luz solar generando moléculas capaces de eliminar diversos patógenos sin recurrir a antibióticos. Para su creación, el equipo utilizó MOF (materiales cristalinos y porosos formados por átomos metálicos y moléculas orgánicas). En este caso, se empleó un MOF basado en titanio, conocido por su biocompatibilidad y baja toxicidad.

Javier Pérez-Carvajal, otro investigador involucrado en el proyecto, detalla que “hemos logrado un material flexible y transparente” al combinar este MOF nanométrico con celulosa, un recurso renovable y biodegradable que se adapta a diversas necesidades.

Eficacia demostrada contra bacterias

Una vez fabricado, el apósito se coloca sobre las heridas y actúa automáticamente al interactuar con la luz solar. Darder señala que “vemos un aumento en la inhibición del crecimiento bacteriano tras una modificación química del MOF que lo hace más activo bajo luz solar”, aunque aclara que no elimina completamente las bacterias, sino que reduce su proliferación.

Para evaluar su efectividad, el equipo realizó pruebas contra Staphylococcus aureus, bacteria responsable de muchas infecciones por estafilococo. Los resultados mostraron una reducción superior al 50% del crecimiento bacteriano bajo luz visible. Además, Pérez-Carvajal menciona que los poros del MOF podrían permitir la inclusión de medicamentos en el material, lo que podría incrementar aún más su actividad antibacteriana.

Perspectivas futuras

Los investigadores celebran estos resultados preliminares como una demostración clara de la aplicabilidad de los materiales desarrollados en terapias antimicrobianas fotocatalíticas. Esta innovación podría marcar un hito importante en la lucha contra infecciones resistentes a tratamientos convencionales.

ICMM – CSIC Comunicación
comunicacion@csic.es

Preguntas sobre la noticia

¿Qué tipo de material se ha creado para frenar infecciones bacterianas?

Se ha creado un nuevo material que combina compuestos metal-orgánicos con celulosa, resultando en una sustancia porosa que se activa con la luz solar.

¿Cómo funciona el apósito desarrollado por el ICMM?

El apósito interactúa con la luz solar y produce moléculas capaces de erradicar una amplia variedad de patógenos, reduciendo el crecimiento bacteriano sin necesidad de antibióticos.

¿Qué bacteria se ha utilizado para probar la efectividad del material?

El equipo del ICMM ha probado su efectividad contra Staphylococcus aureus, logrando una reducción del crecimiento bacteriano superior al 50% bajo luz visible.

¿Es el material biocompatible?

Sí, el material está basado en un MOF de titanio que es biocompatible y no tiene toxicidad significativa.

¿Puede el material incorporar medicamentos?

Sí, los poros del MOF permitirían insertar alguna clase de medicamento, lo que podría potenciar aún más su actividad antibacteriana.

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