La Residencia de Estudiantes acoge la exposición “Mujeres en vanguardia”, una muestra que homenajea a todas esas pioneras que formaron parte de la Residencia de Señoritas y se convirtieron en las primeras universitarias del país convirtiéndose en importantes figuras de la cultura española de la época.
“Mujeres de vanguardia” es la exposición que podemos ver, hasta el próximo 27 de marzo, en la Residencia de Estudiantes de Madrid que, coincidiendo con el centenario de la inauguración de la Residencia de Señoritas, aprovecha para homenajear a las pioneras que iniciaron su educación con el cambio de siglo.
Se trata de una muestra que cuenta con más de cuatrocientos documentos, libros, fotografías y obras de arte que se convierten en testigos de cómo centenares de mujeres iniciaron el siglo XX en la Residencia de Señoritas, el primer centro oficial creado en España para fomentar la formación superior femenina. Además, esta selección se ve complementada con testimonios sonoros de las protagonistas y una selección de sus propias obras.
La exposición se convierte en la vuelta a casa de esas pioneras y en la ocasión de divulgar una parte de la historia menos visible, así que como de poner de relieve el papel que estas mujeres tuvieron en la cultura española bajo la dirección de María Maeztu.
Estas mujeres de vanguardia fueron profesoras, alumnas o colaboradoras que llegaron a ser grandes figuras de la cultura española de época como María Goyri, Victoria Kent, María Zambrano, Maruja Mallo, Delphy Tejero o Joaquina Zamora, además de otras pioneras que, aunque no estuvieron en la Residencia, sí formaron parte del entorno como Ángeles Santo o las hermanas María y Helena Sorolla.
La Residencia de Señoritas abrió sus puertas gracias a la Nueva Ley de Educación de Julio Burell de 1910 que permitía el acceso de las mujeres a los estudios universitarios, por lo que María Maeztu se inspiró en la Educación de Libre Enseñanza y decidió utilizar los edificios varías de la Residencia de Estudiantes para fomentar un proyecto educativo que pretendía crear expectativas.
Así, en un año, el proyecto llegó a contar con más de trescientas mujeres procedentes de provincias que tenían la oportunidad de estudiar en Madrid hasta el estallido de la Guerra Civil española en 1936 que provocó la dimisión y el exilio de María Maeztu y el traslado de la Residencia a Valencia con un Comité de ex alumnos. Finalmente, muchas de estas pioneras se exiliarían y, en 1940, la Residencia daría sus últimos pasos al convertirse en el Colegio Mayor Teresa de Cepeda, vinculado a Falange española.
En cualquier caso, la Residencia de Estudiantes ahora hace posible el regreso de las pioneras a su hogar con esta exposición que nos lleva a través de 21 años que marcaron la historia de la cultura.
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