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Su primera Navidad

Por Elsa Bernaldo de Quirós
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infoestiloysaludes/4/4/17
viernes 12 de diciembre de 2014, 17:43h

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Se acerca la Navidad se reune toda la familia y, el pequeño de la casa siempre es el protagonista durante las fiestas. El bebé disfrutará viendo las luces, el colorido, todas estas cosas diferentes y nuevas para él.
Los adornos del árbol de navidad su colorido y la iluminación llamarán la atención de tu bebé. Los villancicos le ayudaran también a desarrollar su intelecto ya que la música es muy estimulante.

El ajetreo de esta época, el ruido, personas nuevas y mucho movimiento pueden inquietarle. Cuando veamos que está agitado hay que tranquilizarle y apartarle del jaleo, respetando su horas de sueño. Si nos encontramos en nuestra casa hay que acostarle en su cunita, si nos encontramos fura de casa llevarle a una habitación tranquila para que pueda dormir acompañandole cosas que le sean familiares como son sus peluches, su manta.

Sino es posible que se duerma, no pasará nada por que se acueste un poquito más tarde, pues después de las fiestas recuperemos la costumbre.

En los primeros meses de vida tu bebé puede ver sólo objetos que se encuentran, como mucho, a 20 a 35 centímetros de sus ojos. Por eso tienes que acercarlo, sujetándolo bien, a las luces parpadeantes del árbol de Navidad. También puedes colocarlo en una manta suave en el piso cerca del árbol para que disfrute de los adornos.

Cumplido el primer mes de vida, tu bebé va a quedar completamente extasiado con casi cualquier cosa que pase ante sus ojos. Prueba a agitar algún adorno de colores delante de su carita.

Aunque todavía es muy pequeño para entender el sentido de las fiestas navideñas, su sentido del oído puede aportarle mucho placer durante estas fiestas. Escuchar música y leer en voz alta tus cuentos navideños favoritos es una manera fantástica de estimularle, aunque todavía no sea capaz de entender todo lo que le quieres comunicar.

La temporada navideña, además de alegría, también trae desafíos especiales para tu bebé. Es importante recordar siempre su etapa de desarrollo y su temperamento a fin de evitar problemas, o manejarlos con aplomo cuando surjan. Unos cuantos consejos que pueden serte útiles:
Entiende su recelo. Durante los primeros seis meses más o menos, tu bebé probablemente se quede absorto con las caras de la gente que ve y le encante mirar a sus abuelos y otros parientes cuando le hacen mimos. Pero hacia los 6 meses, comienza a notar la diferencia entre los rostros familiares y extraños, y puede que llore cuando lo pongas en brazos de alguien desconocido para él. Dale tiempo para acostumbrarse a estos parientes mientras supera la ansiedad de ver tantos extraños. Si vas a ver a los Reyes Magos o a Santa Claus, no lo fuerces a sentarse encima de Santa Claus o de un Rey Mago o a acercarse mucho, si se muestra receloso.
Cuidado con el exceso de estímulos. Con todo el ajetreo de las fiestas, es fácil perder de vista que tantas caras nuevas, luces y sonidos pueden ser demasiado para el bebé. Presta atención a sus reacciones y ponlo a hacer una siesta o a dormir cuando notes que está cansado (si ves que se frota los ojos, o está irritable, por ejemplo).

Los recién nacidos son especialmente susceptibles a la sobreestimulación si se mantienen despiertos más de un par de horas seguidas. Se cree que los bebés que padecen cólico son más sensibles a los estímulos que otros, pero los sonidos y luces nuevos pueden llegar a sobrecargar el sistema nervioso, aún en desarrollo, de cualquier bebé. Si tu bebé está especialmente irritable, dedica parte del día a descansar en un ambiente tranquilo donde pueda serenarse.

Asimismo, ten presente que los recién nacidos se asustan con sonidos fuertes o inesperados. Si vas a ir a alguna fiesta donde va a haber mucho ruido, quizás sea mejor dejar el bebé en casa al cuidado de alguien.
Sigue las pautas que te marca tu bebé. Cambiar el horario de un bebé suele causar muchos de los problemas que surgen en las fiestas. Siempre que sea posible trata de mantener las mismas horas de siempre para acostarlo y despertarlo. Es mejor encontrar una habitación donde pueda tomar una siesta que pasarte el resto del día con un bebé excesivamente cansado.
Cómo viajar durante las fiestas

Aunque sea difícil de creer, viajar con un recién nacido es mucho más sencillo que ir acompañado de un niño más crecido. Si tienes ánimo, no dudes en empacar la bolsa de los pañales y visitar a tus parientes. Lo más probable es que el bebé se pase el viaje de ida y vuelta durmiendo, pero no olvides llevar contigo algunos libros blandos, juguetes sonoros o animales de peluche para entretenerlo cuando se despierte.

Sin embargo, un bebé más mayorcito, de seis meses o más, puede mostrarse irritable durante un viaje si su rutina se altera mucho, o si está visitando muchos lugares desconocidos y conociendo a muchas personas nuevas. Asegúrate de reservar algunos momentos de tranquilidad, lejos de desconocidos y fiestas, para que pueda relajarse, y lleva contigo un animalito de peluche o mantita favoritos que le ayuden a sentirse seguro.

Si tu hijo ha empezado a gatear o caminar bastante, no le gustará mucho pasar demasiadas horas sentado en el auto o en el avión. Si vas a manejar una distancia larga, haz muchas paradas para que pueda estirar las piernas o programa parte del viaje durante su hora de la siesta. Si vas a viajar en avión, dale la oportunidad de gatear y caminar en el aeropuerto tanto como quiera antes de embarcar.

Durante las fiestas navideñas hay muchos más autos en la carretera y el riesgo de accidentes es mayor. Presta especial atención a la instalación del asiento del auto. La campaña National Safe Kids descubrió que más del 80 por ciento de los asientos para niños se usan incorrectamente

Entre los errores más comunes están el usar un asiento equivocado para la edad del niño, colocar un niño de menos de 1 año de edad y 20 libras de peso en el asiento mirando hacia adelante, no fijar bien el asiento en el vehículo y no abrochar correctamente al bebé en su asiento.

Para comprobar que el asiento del bebé está correctamente colocado, acude a un centro de inspección de la seguridad de los asientos para niño.

Si vas a viajar en avión, cuando el bebé tiene menos de 2 años no existe obligación de comprar un billete con asiento separado para él, pero nosotros recomendamos que lo hagas. Para proteger al bebé en el despegue, aterrizaje o en caso de turbulencia, la Academia Estadounidense de Pediatría y la Administración Federal de Aviación recomiendan que los niños menores de 4 años que viajan en avión, lo hagan bien sujetos en asientos oficialmente certificados. El viaje será más relajante, y tendrás más espacio y tranquilidad sabiendo que tu bebé viaja bien abrochado en su propio asiento.

Recuerda que el mal tiempo durante la temporada navideña puede afectar tu viaje, por muy bien que lo planifiques. Incluso es posible que tengas que hacer noche o quedarte un par de días en algún hotel inesperadamente. Y tampoco es agradable tener a un bebé hambriento y sucio en un avión atestado mientras da vueltas en el aire esperando a aterrizar. Prepárate para lo inesperado y empaca pañales, ropa, fórmula, comida y todo lo que creas que vas a necesitar si tu viaje se demora.
La seguridad en las fiestas

La temporada navideña puede ser muy estresante en lo que se refiere a mantener la seguridad de tu pequeño. Partes pequeñas de los juguetes, adornos que se rompen, velas, plantas venenosas: ¿hay algo de lo que no tengas que preocuparte?

Esos días vas a tener que redoblar tus esfuerzos para asegurarte de que al bebé no le pasa nada. Al haber mucho más ajetreo y personas de lo normal, es preciso que prestes especial atención a tu entorno para que el bebé no se lastime, especialmente si pasas la Navidad en casa de familiares o amigos que no están bien informados sobre las técnicas de protección del bebé.

Estos son algunos de los peligros que debes evitar durante las fiestas:
Atracción al fuego. Asegúrate de que las velas encendidas quedan fuera del alcance del bebé. Si vas a pasar tiempo delante de una chimenea con el fuego prendido, coloca una pantalla de protección y guarda los fósforos y los atizadores en un lugar donde no puedan causar daño.
El problema del árbol. Para algunos bebés especialmente activos las ramas del árbol de Navidad son el equivalente del monte Everest, y tu bebé en cuanto pueda voltearse o estirarse podría tratar de alcanzarlas, simplemente porque están cerca. Algunos padres instalan una valla protectora alrededor del árbol, mientras que otros optan por colocar un árbol pequeño en un lugar elevado y lejos de las manos del bebé. Otra posibilidad es poner tu árbol y los regalos en el parquecito de juego, ¡pero sin dejar entrar en él a tu bebé!
Manos largas. A los 5 o 6 meses el bebé puede ya ser capaz de voltearse sobre su estómago y agarrar los juguetes , cables, o adornos que queden a su alcance. (Para los 2-3 meses ya saben voltearse del otro lado, es decir del estómago sobre la espalda, cobrando impulso con las piernas).

Comprueba que los cables eléctricos quedan escondidos detrás de los muebles o compra un aparato para esconder los cables. No dejes en el piso adornos con los que el bebé podría asfixiarse. Mantén fuera de su alcance cualquier cosa que pueda romperse o que sea peligrosa. Los manteles demasiado largos son muy tentadores y tu bebé podría agarrarlos y tirar de ellos.

Si tienes poinsetias u otras plantas típicas de Navidad envueltas en papel de aluminio o con lazos decorativos, colócalas en un lugar alto porque estos productos encierran peligro de asfixia. A diferencia de lo que se cree popularmente, la poinsetia en sí misma no es venenosa (aunque su resina pueda causar irritación). Por otro lado, el muérdago y otras variantes del acebo, sí son tóxicos, por lo que debes mantenerlas lejos del alcance de tu hijo, o colocar otros adornos.

Recuerda que los bolsos y los paquetes que traen los visitantes no están hechos a prueba de niños. Una vez que tu niño adquiera movilidad y coordinación suficiente para alcanzar el bolso de un visitante, guárdalos en un lugar seguro. Esto es importante porque el bolso puede contener medicinas, lápiz de labios, lazos u otros objetos "prohibidos" que normalmente se llevan en los bolsos.

Finalmente, resiste la tentación de colgar algún juguete o adorno nuevo (o algo colgando de una cuerda) en la cuna del bebé ya que podría engancharse y quedar estrangulado en cuestión de minutos.
Alojamientos potencialmente peligrosos. Si vas a pasar las fiestas en casa de un pariente o si vas a usar una cuna prestada, comprueba que cumplen todas las reglas de seguridad. No permitas que tu pariente, aunque sus intenciones sean las mejores, ponga al bebé a dormir bajo edredones pesados, entre almohadas o en una cama de agua, ni que lo deje desatendido ni un momento encima de la mesa donde lo está cambiando.
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Cómo elegir regalos

¡Ningún regalo que compres estas Navidades va a darte tanto placer como lo que compres para tu bebé! Hay muchas posibilidades: un móvil para colgarlo sobre su cuna, un espejo irrompible, libritos de cartón, juguetes blandos, etc. Y si se acerca su "medio" cumpleaños (seis meses), seguro que le encanta recibir un centro de actividades o algunos muñecos de goma para el baño.

Después de los seis meses, como ya tendrá más habilidad manual, puedes regalarle un teléfono de juguete, bloques blandos o de madera, pelotas blandas y juguetes con agujeros geométricos para que meta por ellos los bloques adecuados. Si está empezando a caminar, un juguete que puede empujar mientras camina tendrá mucho éxito.


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