La Unidad de Anticuerpos Monoclonales del CNIO ha logrado un hito significativo al desarrollar los primeros anticuerpos que permiten visualizar las células reguladoras del sistema inmunitario. Este avance se enmarca dentro del contexto del reciente premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025, otorgado a los investigadores Shimon Sakaguchi, Mary Brunkow y Fred Ramsdell, quienes descubrieron el mecanismo por el cual el organismo evita atacar sus propias células.
Desde 2021, la licencia de estos anticuerpos ha generado ingresos anuales cercanos al millón de euros para el CNIO, acumulando más de 8.5 millones desde su creación en 2005. Este éxito económico resalta la importancia de la investigación española en el ámbito biotecnológico.
Un descubrimiento clave para la medicina moderna
El premio Nobel de este año reconoce un hallazgo crucial que ha facilitado avances en tratamientos contra el cáncer y enfermedades autoinmunes. Sin embargo, es importante destacar que este progreso no habría sido posible sin los desarrollos posteriores realizados en España. En 2005, Giovanna Roncador y su equipo en el CNIO crearon anticuerpos capaces de identificar las células responsables del mecanismo descrito por los galardonados con el Nobel.
Estos anticuerpos han revolucionado la forma en que se estudian las células del sistema inmunitario, específicamente los linfocitos T reguladores. Su desarrollo, realizado en colaboración con Alison Banham, de la Universidad de Oxford, fue publicado en la revista Journal of Immunology.
Impacto económico y científico
A lo largo de las últimas dos décadas, estos anticuerpos se han convertido en uno de los productos biotecnológicos más solicitados por la comunidad investigadora y farmacéutica a nivel global. La comercialización de su licencia ha permitido al CNIO generar ingresos significativos, consolidándose como una de las licencias más productivas dentro del sistema español de I+D.
Roncador, quien dirige la Unidad de Anticuerpos Monoclonales, expresó su satisfacción tras conocer la noticia del Nobel: “Nuestros anticuerpos permitieron por primera vez aislar y estudiar los linfocitos T reguladores tanto en muestras tisulares como en suspensiones celulares”, comentó.
Tecnología detrás del avance
Los anticuerpos monoclonales son diseñados para unirse específicamente a la proteína FOXP3, que identifica a las células T reguladoras del sistema inmunitario. Estas células son fundamentales para monitorizar otras defensas y regular su respuesta, asegurando que el organismo tolere sus propios tejidos.
"La detección de FOXP3 requiere herramientas adecuadas para visualizar su presencia", explica Roncador, subrayando que los anticuerpos monoclonales son el método más preciso para lograrlo.
Aportaciones a la investigación biomédica
A medida que avanza la ciencia, los anticuerpos continúan siendo esenciales no solo para entender funciones proteicas específicas sino también para desarrollar terapias innovadoras contra diversas patologías. Desde su invención en 1975, esta técnica ha transformado el campo biomédico.
La Unidad de Anticuerpos Monoclonales del CNIO ha generado alrededor de 150 anticuerpos monoclonales durante los últimos 25 años, contribuyendo significativamente al diagnóstico y tratamiento del cáncer. Estos esfuerzos han resultado en casi 13 millones de euros generados por licencias durante dos décadas.
Aplicaciones clínicas relevantes
Los anticuerpos dirigidos contra FOXP3 tienen múltiples aplicaciones tanto en investigación como en clínica. Este biomarcador es crucial para evaluar tejidos tumorales y definir indicadores en enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide.
La noticia en cifras
| Descripción |
Cifra |
| Ingresos anuales desde 2021 |
1 millón de euros |
| Total de ingresos desde 2005 |
Más de 8.5 millones de euros |
| Total de ingresos en 20 años |
Casi 13 millones de euros |
| Número de anticuerpos monoclonales generados en los últimos 25 años |
150 anticuerpos |
Preguntas sobre la noticia
¿Qué es el anticuerpo monoclonal frente a FOXP3?
Es un anticuerpo diseñado para engancharse a la proteína FOXP3, que identifica las células del sistema inmunitario conocidas como linfocitos T reguladores. Estos linfocitos son cruciales para regular la respuesta del sistema inmunitario y evitar que ataque al propio cuerpo.
¿Cuál es la importancia del descubrimiento que recibió el premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025?
El descubrimiento realizado por Shimon Sakaguchi, Mary Brunkow y Fred Ramsdell fue fundamental para entender cómo las defensas del organismo evitan atacar sus propios tejidos, lo cual es clave para prevenir enfermedades autoinmunes graves y ha avanzado tratamientos en diversas áreas, incluyendo el cáncer.
¿Cómo contribuyó la Unidad de Anticuerpos Monoclonales del CNIO a este campo?
La unidad desarrolló los primeros anticuerpos que permiten visualizar las células reguladoras del sistema inmunitario, facilitando así el estudio de estas células y su papel en enfermedades autoinmunes y cáncer.
¿Cuánto ha generado económicamente la licencia de estos anticuerpos para el CNIO?
Desde 2021, la licencia de estos anticuerpos ha generado ingresos aproximados de un millón de euros anuales, sumando más de 8.5 millones desde su creación en 2005.
¿Qué aplicaciones tienen los anticuerpos FOXP3?
Los anticuerpos FOXP3 se utilizan en investigación y diagnóstico clínico, siendo relevantes en el estudio de biomarcadores en cáncer y enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide.