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Cognición

Traumatismos cerebrales: un factor de riesgo para la demencia

08/10/2025@21:39:52

Los traumatismos cerebrales, resultantes de accidentes, caídas o deportes de contacto, no solo tienen efectos inmediatos en la salud, sino que también se ha demostrado que aumentan el riesgo de desarrollar demencia y deterioro cognitivo a largo plazo. Investigaciones indican que hasta un 3% de los casos de demencia podrían prevenirse evitando estos traumatismos. La gravedad del daño cerebral y la frecuencia de los impactos son factores determinantes en el riesgo de demencia. Además, las lesiones pueden desencadenar procesos como inflamación y acumulación de proteínas anormales, que están asociadas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. La prevención es clave, incluyendo medidas como el uso de cascos y la adaptación del entorno para evitar caídas. Es fundamental una gestión adecuada tras una lesión y el seguimiento a largo plazo para detectar posibles síntomas de deterioro cognitivo.

Frutos secos y microbiota intestinal: clave para mejorar la función cognitiva en mayores

Un nuevo estudio revela que el consumo moderado de frutos secos está relacionado con una mejor función cognitiva en adultos mayores en riesgo de deterioro cognitivo. Investigadores de la Universitat Rovira i Virgili han encontrado que quienes consumen entre 3 y 7 raciones semanales de frutos secos mantienen su capacidad cognitiva durante más tiempo. Además, se ha observado que este consumo está vinculado a una microbiota intestinal más diversa, lo que podría influir positivamente en la salud cerebral. Este hallazgo resalta la importancia de hábitos dietéticos saludables para promover un envejecimiento cognitivo saludable.

Tres perfiles psicológicos pueden influir en la salud mental durante el envejecimiento

Un estudio internacional publicado en la revista Nature Mental Health ha identificado tres perfiles psicológicos que podrían influir en la evolución de la salud mental, cognitiva y cerebral durante el envejecimiento. Liderado por el profesor David Bartrés-Faz, el análisis incluyó a más de mil adultos de mediana edad y mayores. Los hallazgos sugieren que las características psicológicas específicas pueden afectar el riesgo de demencia, la velocidad del deterioro cerebral y la calidad del sueño. Esta investigación abre nuevas posibilidades para desarrollar estrategias de prevención personalizadas, destacando la importancia de realizar evaluaciones psicológicas integrales para identificar estos perfiles y adaptar intervenciones adecuadas.

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Casi la mitad de los casos de demencia son prevenibles con cambios en el estilo de vida

Un estudio reciente publicado en la revista Actas de Coordinación Sociosanitaria revela que el 45% de los casos de demencia son prevenibles mediante cambios individuales y sociales. Coescrito por expertos de la Université de Montréal y la Universidad Complutense de Madrid, el artículo identifica 14 factores de riesgo modificables que abarcan desde la infancia hasta la vejez, como baja escolaridad, pérdida auditiva, sedentarismo y aislamiento social. Además, destaca que las intervenciones multidominio, como el proyecto FINGER, han demostrado ser efectivas en la reducción del deterioro cognitivo. Los autores llaman a priorizar investigaciones sobre intervenciones comunitarias para mejorar la salud pública y abordar factores socioeconómicos que influyen en el riesgo de demencia.

La microbiota influye en la inteligencia

Un estudio abre la posibilidad al desarrollo de nuevas terapias para mejorar el neurodesarrollo infantil mediante el uso de compuestos o microorganismos probióticos.