El Ministerio de Sanidad ha encargado la realización de una encuesta para evaluar cómo percibe la población el impacto del calor extremo en su vida diaria y salud. Este estudio, llevado a cabo por la consultora GAD3 entre el 7 y el 14 de julio de 2025, recoge las opiniones de 1.274 personas mayores de 18 años en todo el país, con un margen de error del ±2,8 % y un nivel de confianza del 95,5 %.
Héctor Tejero, responsable del Observatorio de Salud y Cambio Climático, ha señalado que “los resultados muestran una clara concienciación social ante los efectos del calor extremo”, así como la necesidad urgente de reforzar las medidas de protección y sensibilización frente a este fenómeno cada vez más común en el contexto del cambio climático.
Percepción del calor extremo
La encuesta revela que ocho de cada diez ciudadanos (80%) han notado un aumento significativo en las temperaturas extremas durante los últimos veranos. Esta percepción es más intensa entre mujeres, jóvenes y residentes en provincias con climas especialmente cálidos.
Asimismo, el 87% de los encuestados asocia total o parcialmente las olas de calor con el cambio climático. La forma en que se comunica este riesgo también tiene un impacto notable: el 47% considera que el término “calor extremo” genera una mayor sensación de peligro en comparación con “ola de calor” (27%).
Impacto en la salud
Más del 90% de la población opina que el calor extremo representa un grave riesgo para la salud. Los efectos más mencionados incluyen golpes de calor o desmayos (84%), deshidratación (83%) e insomnio o fatiga (70%). Otros síntomas reportados son náuseas o mareos (58%), empeoramiento de enfermedades crónicas (56%) y confusión o desorientación (52%).
Las personas mayores de 65 años tienden a relacionar el calor con el agravamiento de patologías crónicas, mientras que los jóvenes destacan síntomas inmediatos como irritaciones cutáneas o malestar general. Solo un 30% se considera altamente vulnerable al calor extremo.
Grupos vulnerables
El estudio indica que el 69% identifica a las personas mayores de 65 años como el grupo más vulnerable. De este colectivo, un 81% se reconoce como parte en riesgo debido principalmente a su edad, uso de medicación (26%) o enfermedades crónicas (20%).
Otros grupos considerados vulnerables incluyen trabajadores al aire libre (57%), niños menores de cinco años (38%), personas con enfermedades respiratorias (28%), embarazadas (13%), personas sin hogar (19%) y aquellos sin aire acondicionado o con bajos ingresos (10%). A pesar de pertenecer a algún grupo en riesgo, un 31% se siente poco o nada vulnerable ante el calor extremo.
Desigualdad en la protección térmica
Apenas un 23% de las viviendas en España cuenta con un aislamiento térmico adecuado para hacer frente al calor extremo. Los recursos más comunes son ventiladores (72%), toldos o persianas (69%) y aire acondicionado (55%). Sin embargo, existen marcadas desigualdades: en hogares con ingresos altos, el uso del aire acondicionado alcanza el 62%, mientras que solo es del 47% en aquellos con menor renta. Además, solo un 14% dispone de buen aislamiento térmico.
Un preocupante 3% carece completamente de recursos para mitigar el calor, cifra que asciende al 11% en zonas frescas del país.
Información y confianza
Cerca del 57% ha recibido o buscado información oficial sobre el calor extremo, siendo la televisión (35%) y webs oficiales (16%) los canales más utilizados. Otros medios relevantes incluyen redes sociales (10%), centros de salud (9%) y familiares o cuidadores (7%). AEMET es mencionada por un 36% como fuente principal junto al Ministerio de Sanidad (25%). La valoración positiva sobre la utilidad de estos mensajes es alta: un 90% considera que son útiles.
Aumenta también la consulta sobre pronósticos meteorológicos durante verano; esta práctica es más frecuente entre quienes han sufrido problemas por calor (57%) y residentes en zonas calurosas del interior (45%).
Tejero concluye que “la encuesta trae una buena noticia: hay un alto grado de conocimiento sobre el impacto del calor en la salud y su relación con el cambio climático”. No obstante, también plantea retos futuros como aumentar la autopercepción sobre vulnerabilidad y desarrollar políticas públicas que mejoren la adaptación térmica en viviendas, especialmente entre los sectores menos favorecidos.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
90% |
De la población considera que el calor extremo representa un riesgo grave para la salud. |
30% |
De la población se considera altamente vulnerable al calor extremo. |
80% |
De los ciudadanos han notado un incremento notable de las temperaturas extremas durante los veranos recientes. |
25% |
De la población ha sufrido problemas de salud durante una ola de calor. |
Preguntas sobre la noticia
¿Qué porcentaje de la población percibe el calor extremo como un riesgo grave para la salud?
Más del 90% de la población considera que el calor extremo representa un riesgo grave para la salud.
¿Cuánto de la población se considera altamente vulnerable al calor extremo?
Solo un 30% de la población se considera «altamente vulnerable» al calor extremo.
¿Qué efectos del calor extremo son más mencionados por la población?
Los efectos más mencionados son golpes de calor o desmayos (84%), deshidratación (83%) e insomnio o fatiga (70%).
¿Qué grupos son identificados como más vulnerables al calor extremo?
El 69% de la población identifica a las personas mayores de 65 años como el grupo más vulnerable, seguido por trabajadores al aire libre (57%) y niños menores de 5 años (38%).
¿Cuál es el nivel de aislamiento térmico en los hogares españoles frente al calor extremo?
Solo el 23% de las viviendas en España dispone de aislamiento térmico adecuado frente al calor extremo.
¿Qué porcentaje de la población ha consultado información oficial sobre el calor extremo?
El 57% de la población ha recibido o consultado información oficial sobre el calor extremo.